CHINADEGA DESTINO POR CONOCER.

sábado, 16 de mayo de 2015

Aves en la hacienda Banderas-complejo san Cristobal-Chonco.



El grueso de mis esfuerzos los dediqué a tratar de añadir nuevos registros de aves.
Durante esta visita registré 41 especies, 13 de estas nuevas para la zona (Anexo 7.3).
Si a esta lista le agregamos todos los registros históricos que existen, el número total
asciende a 122 especies, lo que sin duda es todo un record para la Región del Pacífico.
Supone el 20% de todas las especies de aves registradas para el país concentradas en
menos de 5 km2
y es muy probable que todavía falten por registrar una veintena de
especies más.
Varias de las especies más carismáticas ya han desaparecido de la zona. Las últimas
Guacamayas Rojas Ara macao desaparecieron hace probablemente unos 30 o 40
años. Parece que el Pavón Común, Crax rubra y posiblemente la Pava Crestada,
Penelope purpurascens corrieron la misma suerte unos años después. Estas especies
desaparecieron por la acción combinada de la caza y la desaparición de su hábitat. Ya
para 1986 se daba por desaparecidas todas las poblaciones de especies ligadas a los
pinares y la vegetación de las partes altas del San Cristóbal, el Gavilán Colirrojo Buteo
jamaicensis, el Celeste Oriental, Sialia sialis, el Semillero Dorsilistado Aimophilla
botteri, el Charralero de las Rocas Sapinctes obsoletus, el Piquituerto Común Loxia
curvirostra, y el Verdecillo Menor Carduelis psaltria. (Martínez-Sánchez y Sandaña,
1986). Por el mismo motivo también ha desaparecido localmente la Reinita Pinera
Dendroica graciae, una especie migratoria ligada a pinares. La destrucción de los
pinares se inició en Mayo de 1970, cuando el San Cristóbal comenzó a expulsar gases
y cenizas volcánicas a través de su cráter principal. La actividad volcánica continua
hoy en día de forma intermitente, por lo que las partes altas permanecen desnudas de
vegetación, especialmente en la ladera Oeste, ya que los vientos alisios empujan los
gases ladera abajo en esa dirección.
A pesar de la deforestación y la actividad volcánica todavía queda un hábitat boscoso
excelente para las aves en las partes bajas del San Cristóbal y en el Volcán Chonco.