Cortijo El Rosario fue fundada en 1996 por Don Piero Coen Montealegre (PCM) en su tierra natal, Chinandega, Nicaragua, gracias a su pasión por el arte ecuestre. El proyecto inició cuando PCM regresó al país luego de un período de exilio y logró recuperar la finca donde se criaron sus 5 hijos; en la cual construyó las primeras 16 caballerizas.
En el año 1998, Cortijo El Rosario desarrolló y presentó su primer espectáculo ecuestre. Desde entonces, dicho espectáculo se ha dado a conocer internacionalmente como el mejor de América donde presentan caballos con gran belleza, elegancia y con los mejores movimientos y funcionalidad. Es un espectáculo donde se combinan ejercicios de disciplinas comodoma clásica, alta escuela, doma vaquera y enganches.
A partir del 2006, se inició la Escuela de Doma bajo un enfoque social para capacitar de manera profesional a nicaragüenses en la crianza y entrenamiento de caballos. Para esto, Piero Coen Montealegre obtuvo el apoyo de Álvaro Domecq, considerado uno de los grandes maestros del mundo, ferviente defensor de la importancia del arte y la doma en el rejoneo y fundador de la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre.
En el 2010, PCM inaugura Yeguada Alquimia, una ganadería basada en la línea del semental Yaco II adquiriendo todos los ejemplares a Yeguada Torreluna en la cual se cría exclusivamente caballos campeones españoles. Un año después de su inicio, Yeguada Alquimia inauguró una nueva caballeriza de nombre Domecq, en reconocimiento a Huberto Domecq por su apoyo en el desarrollo de la ganadería.
A partir del año 2011, Cortijo El Rosario y la Yeguada Alquimia establecieron un Centro de Mejoramiento Genético y de Reproducción equipado con tecnología de punta y con personal capacitado para la congelación de semen, prácticas de inseminación artificial equina y trasplante de embriones de ganado equino.
Hoy en día, ambas ganaderías se han transformado en fuente de empleo, escuela de arte ecuestre, atractivo turístico, centro de negocios y ejemplo de modernización en nuestro país y la región; con 85 caballerizas, 7 naves comederos, 320 hectáreas de potreros y pastizales, dos picaderos para entrenamiento y un picadero para espectáculo ecuestre, casas de protocolo, una capilla privada, vagones antiguos, carruajes, jardines tropicales e instalaciones para eventos sociales.
En Nicaragua, Cortijo El Rosario ha mejorado en los últimos quince años el hato caballar, posicionándola la par de México, Estados Unidos y Centroamérica en la crianza de caballos.
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